A raíz de la muerte del líder histórico del aprismo, Victor Raúl Haya de la Torre, ocurrida el 2 de agosto de 1979, los "compañeros" se enfrascaron en una lucha por la sucesión en el poder partidario. En suma, primó la fuerza de la cachiporra y las ambiciones más desenfrenadas "triunfando" la linea "armandista" que estaba preñada con el liderazgo basado en la verborrea del joven Alan García.
El líder innato e histórico del aprismo, que representaba la pureza de su línea revolucionaria, Andrés Townsend Ezcurra, fue, primero, relegado y luego expulsado en un amañado Congreso partidario en Trujillo. Luego vendría el Movimiento de Bases Hayistas que Townsend pretendió encaminar pero que el deteriodo de su salud se lo impidió. El Apra, en adelante, se convirtió en el partido que hoy conocemos: con un Alan García emperador y un Armando Villanueva como influyente líder histórico.
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